Bienestar Animal, Medicina Veterinaria

Jornadas de Esterilización Masiva: Lineamientos para Garantizar el Bienestar Animal


La sobrepoblación de perros y gatos sigue siendo un reto significativo en muchas ciudades de Colombia, con impactos negativos tanto en el bienestar animal como en la salud pública. Las jornadas de esterilización masiva (JEM) han emergido como una solución clave para mitigar esta problemática, al ofrecer un control ético y sostenible de las poblaciones animales. Sin embargo, no todas las campañas logran garantizar estándares adecuados de bienestar, lo que puede poner en riesgo la vida de los animales y debilitar la confianza de las comunidades en estas iniciativas. En este contexto, el artículo «Lineamientos para jornadas de esterilización masiva con parámetros de bienestar animal en perros y gatos en Colombia«, de los Médicos Veterinarios Víctor Acero y Karen Sánchez, plantea una guía esencial para que estas jornadas se realicen de manera ética, eficiente y respetuosa con los animales.

Esta entrada de blog se enfoca en el análisis del artículo mencionado, extrayendo las ideas clave de los autores. Se describirán los aspectos fundamentales que deben considerarse para llevar a cabo jornadas de esterilización masiva que prioricen el bienestar animal y garanticen la eficacia de las intervenciones en el control de la sobrepoblación canina y felina. Este análisis destaca la importancia de implementar lineamientos que prioricen el manejo adecuado antes, durante y después de los procedimientos quirúrgicos, incluyendo la selección de pacientes, protocolos de asepsia y el manejo del dolor.

Lineamientos clave para las jornadas de esterilización masiva (JEM)

El artículo destaca varios aspectos fundamentales, que para efectos de esta entrada de blog se dividirá en antes, durante y después de la cirugía:

Antes de la cirugía (preoperatorio)

Selección del paciente

El momento preoperatorio en las jornadas de esterilización masivas (JEM) desempeña un papel fundamental para garantizar tanto la seguridad como el bienestar de los animales involucrados. Durante esta etapa, es indispensable establecer una comunicación clara con los tutores, explicando el procedimiento, los posibles riesgos, los cuidados posquirúrgicos y la importancia de un transporte seguro que minimice el estrés del animal. Además, se debe realizar una evaluación integral del paciente, que incluye anamnesis, examen físico detallado y clasificación en una categoría de riesgo quirúrgico adecuada (ASA 1 o 2), asegurando que solo los animales clínicamente aptos sean intervenidos (Sánchez & Acero, 2024).

La planificación también contempla la actualización de esquemas sanitarios y, de ser posible, la realización de exámenes prequirúrgicos para obtener una visión más completa de la salud del paciente. El criterio del médico veterinario será clave para determinar la idoneidad del procedimiento, considerando factores como la edad y las posibles consecuencias a largo plazo de la esterilización. Por último, para preservar la calidad del servicio y evitar el agotamiento del equipo, es esencial limitar el número de cirugías por jornada, garantizando que cada animal reciba un trato adecuado y seguro.

El ayuno prequirúrgico es fundamental para prevenir el vómito intraoperatorio y la broncoaspiración. Sin embargo, debe ser cuidadosamente controlado para evitar reflujo gastroesofágico. En pacientes pediátricos (6-16 semanas de edad), el ayuno no debe exceder las cuatro horas previas a la cirugía, mientras que, para procedimientos en horas tempranas, se recomienda iniciar el ayuno la noche anterior. Una buena organización no solo asegura el éxito de las jornadas, sino que también protege el bienestar de los profesionales y fortalece la confianza de la comunidad en estas iniciativas (Sánchez & Acero, 2024).

Manejo y alojamiento de los pacientes

El manejo y alojamiento de los pacientes el día de la jornada de esterilización es clave para garantizar su bienestar y la seguridad del procedimiento. Se destaca la importancia de implementar un sistema de identificación y registro para cada animal, en el cual se incluyan datos relevantes como la reseña, los hallazgos del examen físico y el plan anestésico. Este sistema no solo organiza la jornada, sino que también facilita procesos más seguros en la administración de anestesia y la recuperación. Además, se resalta que reducir el estrés de los animales es crucial, ya que su presencia puede afectar negativamente las respuestas fisiológicas, como la liberación de catecolaminas y cambios en la frecuencia respiratoria y cardiaca, que influyen en su respuesta a los anestésicos (Sánchez & Acero, 2024).

Para minimizar el estrés, el artículo detalla estrategias que incluyen desde entrenamiento específico para el personal en técnicas low stress hasta la implementación de un entorno controlado y adaptado para los pacientes. Estas medidas incluyen áreas tranquilas de recepción, separación de especies, control de ruidos y olores, uso de feromonas y aromaterapia, superficies antideslizantes y protocolos específicos para animales con altos niveles de ansiedad o miedo. También se promueve el uso de medicamentos como trazodona o gabapentina para reducir el estrés, así como garantizar una analgesia adecuada (Sánchez & Acero, 2024). Estas pautas subrayan el compromiso con el bienestar animal en cada etapa de las jornadas.

Examen físico

El examen físico previo al procedimiento quirúrgico es crucial para confirmar la aptitud del animal para la cirugía. Es necesario pesar a cada paciente para calcular con precisión las dosis de medicamentos y evitar sobredosis, especialmente en animales pediátricos o de pequeño tamaño. Se debe verificar su estado general de salud, corroborar el sexo y el estado reproductivo mediante palpación o búsqueda de cicatrices o tatuajes que indiquen esterilización previa (Sánchez & Acero, 2024). Este protocolo asegura un manejo seguro y adecuado de los animales durante la jornada.

Durante la cirugía (intraoperatorio)

Atención de emergencias

En las jornadas de esterilización masiva (JEM), es esencial contar con protocolos claros para el manejo de emergencias y garantizar que el personal médico esté capacitado en técnicas de reanimación cardiopulmonar y atención inmediata de urgencias. La mayoría de las emergencias suelen presentarse en el período posoperatorio y pueden estar relacionadas con deficiencias en la administración de oxígeno y fluidos, complicaciones en la eliminación de fármacos, intubaciones fallidas e hipotermia. Es imprescindible disponer de acceso a vías intravenosas y aéreas para facilitar la respuesta rápida. Además, el uso de listas de verificación mejora la seguridad anestésica y asegura el bienestar del paciente durante todo el procedimiento (Sánchez & Acero, 2024).

Termorregulación perioperatoria

La termorregulación es una prioridad desde el ingreso del paciente hasta su recuperación y alta, ya que mantener una temperatura corporal adecuada previene complicaciones graves. Métodos pasivos como mantas, toallas, plástico de burbujas o medias ayudan a conservar el calor, especialmente en la mesa quirúrgica. En cirugías prolongadas, la hipotermia leve puede ser tolerable dentro del rango de 36,7-37,7 °C, pero temperaturas inferiores aumentan el riesgo de infecciones, alteraciones de la coagulación y disfunciones orgánicas (Sánchez & Acero, 2024). Durante la recuperación, se pueden usar fuentes de calor complementarias con precaución para evitar quemaduras. Prevenir la hipotermia es más efectivo que tratarla, por lo que la vigilancia constante es indispensable.

Procedimientos anestésicos

En el artículo se destacan pautas esenciales para los procedimientos anestésicos en las Jornadas de Esterilización Masiva (JEM), comenzando por la importancia de las listas de verificación. Estas listas contribuyen a reducir los errores humanos, previniendo al menos el 10% de ellos en medicina veterinaria. Son herramientas clave para minimizar los riesgos, asegurar una adecuada gestión del dolor y optimizar las rutinas perioperatorias.

En cuanto a la fluidoterapia, aunque no es obligatoria en procedimientos quirúrgicos breves o en pacientes pequeños, es fundamental tener acceso a la vía intravenosa para administrar medicamentos en caso de emergencias. Además, se menciona el uso de fluidos subcutáneos tibios en pacientes muy pequeños o jóvenes para mejorar la recuperación de la anestesia. También se subraya que, a pesar de que en procedimientos cortos se puede prescindir de la intubación en algunos casos, esta es esencial para pacientes con ciertas condiciones físicas y en procedimientos más largos, donde se debe mantener una adecuada oxigenación (Sánchez & Acero, 2024).

Por último, se hace hincapié en la necesidad de desarrollar protocolos anestésicos adecuados que contemplen desde la dosificación precisa de agentes anestésicos hasta la administración de analgésicos y ansiolíticos en la preanestesia. Estos protocolos son fundamentales para garantizar una anestesia balanceada, asegurar la estabilidad fisiológica durante la cirugía y prevenir el dolor crónico postquirúrgico. En particular, se recomienda el uso de anestésicos locales como parte del protocolo analgésico, lo cual puede aliviar el dolor profundo durante los procedimientos (Sánchez & Acero, 2024).

Asepsia quirúrgica

El texto destaca la importancia de asegurar condiciones mínimas de asepsia quirúrgica durante los procedimientos en las Jornadas de Esterilización Masiva (JEM). Se enfatiza que, si no se pueden cumplir estos estándares, se debe reconsiderar la viabilidad de la actividad y ajustar los recursos asignados, con el fin de garantizar tanto el bienestar del animal como la integridad ética del profesional veterinario. También se aborda el uso de esterilización química de los materiales, indicando que, aunque es una práctica frecuente, presenta inconvenientes como la toxicidad potencial de algunos agentes desinfectantes y la poca efectividad en algunos contextos, lo que hace que no sea la opción más recomendable (Sánchez & Acero, 2024).

Técnica quirúrgica

El texto describe procedimientos quirúrgicos de esterilización en animales, específicamente ovariohisterectomía, ooforectomía y orquiectomía, con detalles sobre las técnicas de abordaje y cierre. En las hembras, se recomienda realizar la extirpación completa de los ovarios con sutura adecuada dependiendo del tamaño del animal, mientras que en los machos se debe extirpar ambos testículos. Además, se abordan diferentes métodos para el cierre de las incisiones, como el uso de suturas subcuticulares para evitar la retirada de puntos en algunas técnicas. Finalmente, se subraya la importancia de marcar a los animales esterilizados mediante tatuajes o marcas en las orejas, una práctica especialmente relevante para gatos asilvestrados o semi asilvestrados, con el fin de facilitar la identificación visual y contribuir a su manejo dentro de la comunidad (Sánchez & Acero, 2024).

Después de la cirugía (postoperatorio)

Postoperatorio y alta del paciente

En el período postoperatorio, es esencial monitorear de cerca al paciente debido a los riesgos que pueden surgir tras la cirugía. La atención debe enfocarse en asegurarse de que los signos vitales como la frecuencia cardíaca, respiratoria y la temperatura estén dentro de los parámetros normales. Además, se debe observar la posible aparición de complicaciones como dolor, hemorragias o problemas respiratorios. También es importante valorar el comportamiento del animal, ya que cualquier alteración en su estado de ánimo o movilidad puede indicar la presencia de un problema que requiera intervención inmediata (Sánchez & Acero, 2024). La vigilancia constante es clave para detectar cualquier complicación a tiempo y proporcionar el cuidado adecuado.

Cuando se considera dar el alta al paciente, se deben revisar todos los aspectos relacionados con su recuperación. Es fundamental confirmar que las heridas estén sanando correctamente, que el animal haya recuperado su movilidad y que esté mentalmente alerta. Asimismo, los tutores o responsables del animal deben recibir información clara y detallada sobre el cuidado en casa, que incluya pautas para manejar las incisiones quirúrgicas, administrarle los medicamentos necesarios y reconocer signos de malestar. Además, es crucial ofrecer instrucciones sobre qué hacer en caso de que se presenten complicaciones o si el estado del paciente requiere atención veterinaria urgente (Sánchez & Acero, 2024).

Conclusiones de los autores del artículo de estudio

El estudio resalta varias áreas críticas que necesitan atención para mejorar la implementación de las Jornadas de Esterilización Masiva (JEM) en Colombia. Los autores subrayan que la ausencia de lineamientos claros y estandarizados puede poner en peligro tanto la salud como el bienestar de los animales involucrados. Además, identifican que la falta de protocolos adecuados puede generar efectos negativos si no se siguen las mejores prácticas ampliamente recomendadas en la literatura científica. La importancia de contar con profesionales capacitados, junto con la integración de las JEM en programas nacionales de control poblacional, es esencial para asegurar su éxito.

Conclusiones

Los puntos planteados en la conclusión de los autores son sumamente relevantes. El bienestar animal, especialmente en programas de esterilización masiva, depende de la implementación de buenas prácticas y protocolos bien definidos. La capacitación continua del personal que realizan estas intervenciones, junto con un sistema de monitoreo postquirúrgico, podría mejorar significativamente los resultados de las JEM.

Por otra parte, la colaboración efectiva entre el gobierno, los gremios veterinarios y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) es esencial para asegurar que los programas de esterilización masiva tengan el alcance necesario y sean sostenibles, especialmente en áreas rurales o de difícil acceso. Incluir estas prácticas dentro de políticas públicas, como la Ley 2374 de 2024, que establece en sus artículos las técnicas quirúrgicas a emplear, el uso adecuado de medicamentos por parte del profesional veterinario, el método de identificación de los animales intervenidos, y el establecimiento de protocolos nacionales de bienestar, particularmente en la fase postoperatoria, garantizaría la reducción de la morbilidad y mortalidad de los animales. Además, esto promovería un manejo ético y responsable, disminuyendo la negligencia médica y contribuyendo al control de la sobrepoblación animal. Todo esto, en conjunto, fortalecería la confianza de la sociedad en estos programas.


Bibliografía

Sánchez, K. V., & Acero, V. M. (2024). Lineamientos para jornadas de esterilización masivas con parámetrosde bienestar animal en perros y gatos en Colombia. Rev Med Vet Zoot, 71(2): e110387. Obtenido de https://revistas.unal.edu.co/index.php/remevez/article/view/110387/92756