Etología

Introducción a la etología: Comprendiendo el comportamiento animal


En el fascinante mundo de la medicina veterinaria y de la ciencia del bienestar animal, comprender el comportamiento tanto de nuestros animales de compañía como de los animales en general se vuelve crucial. Para lograrlo, nos valemos de una disciplina científica que emerge de la biología y mantiene una relevante relación con la psicología: la “ETOLOGÍA”.

¿Qué es la etología?

Etimológicamente la palabra etología está formada por el prefijo griego ethos (ηθος) que significa costumbre o conducta y por la raíz logos (λóγος) que significa ciencia o conocimiento (Definiciona, 2024). Esta ciencia estudia el comportamiento de los animales, a través de la descripción mediante la observación de las conductas de una determinada especie y la explicación del porqué de ese comportamiento. (Manteca Vilanova, 2009)   

La etología como ciencia

Es importante señalar que el interés humano por entender el comportamiento de diversas especies de animales se remonta a los últimos 200.000 años de la historia de la humanidad en este planeta. Desde las sociedades de cazadores-recolectores en la prehistoria, donde se buscaba comprender los hábitos y movimientos de los animales que se consideraban presas potenciales, hasta la actualidad, donde nos preocupa identificar el estado emocional de nuestros animales de compañía para mejorar su bienestar.

No obstante, no fue hasta 1973 que la etología comenzó a ser reconocida formalmente como una ciencia dedicada al estudio del comportamiento animal, cuando el Premio Nobel de Medicina y Fisiología fue otorgado a Konrad Lorenz, Niko Tinbergen y Karl Von Frinch, los cuales son considerados como los “padres” de la etología (Martín, 2016) por los descubrimientos relacionados con patrones de comportamiento tanto individual como social. Este cambio significativo permitió que la etología se consolidara como una herramienta invaluable para comprender los motivos y necesidades que impulsan las acciones de los animales, contribuyendo así a su bienestar.

Konrad Zacharias Lorenz (1903 – 1989)

Zoólogo, ornitólogo y etólogo austríaco, sugiere que, tanto en los animales como en los humanos, muchas conductas están influenciadas por patrones genéticos latentes. Él sostiene que estos patrones denominados “patrones de acción fijos”, están determinados genéticamente y se manifiestan o se activan en una especie animal especifica debido a la influencia y estímulos del medio ambiente (Martín, 2016).

Lorenz descubre la impronta (imprinting) que es un fenómeno en el que los animales, especialmente las aves, forman vínculos sociales y aprenden de manera rápida y temprana a reconocer y seguir a un objeto especifico, generalmente la primera figura que ven después de nacer. Lorenz realizó experimentos con gansos y patos en los que demostró que los polluelos se vinculaban rápidamente a la primera figura móvil que veían, que en muchos casos era Lorenz mismo.  

Konrad Lorenz – Imagen creada por Oscar Buitrago en IA.

Nikolaas “Niko” Tinbergen (1907 – 1988)

Zoólogo y etólogo holandés, investigó las formas de comunicación, los instintos y las respuestas adaptativas, descubriendo similitudes en los comportamientos que comparten diversas especies. Tinbergen crea lo que se conoce como las cuatro preguntas de Tinbergen, con lo que busca comprender una conducta o varias conductas de los animales. Estas preguntas son:

  • ¿Qué controla la conducta? Esta pregunta indaga sobre los mecanismos fisiológicos que desencadenan, mantienen y finalizan la conducta de los animales.
  • ¿Cuál es la función de la conducta? Aquí se busca comprender como la conducta contribuye a la supervivencia y al éxito reproductivo de los animales.
  • ¿Cuál ha sido la evolución de la conducta? Esta pregunta aborda el cambio o la persistencia del comportamiento animal a través de generaciones o precursores, conocido como filogenia.
  • ¿Cuál es la ontogenia de la conducta? Se refiere al cambio o la persistencia del comportamiento animal a lo largo de su vida, desde su etapa embrionaria hasta su muerte.
Niko Tinbergen – Imagen creada por Oscar Buitrago en IA.

Karl Ritter von Frisch (1886 – 1982)

Etólogo austríaco quien es conocido por los estudios de investigación en la “danza de la abeja”, él observó que cuando una abeja encuentra una fuente de alimento, regresa a la colmena y realiza una danza especial para informar a otras abejas sobre la ubicación de la comida.

Descubrió que hay dos tipos principales de danza de la abeja: la danza en circulo y la danza en sacudida. En la danza en circulo, la abeja baila en forma de circulo en la colmena, indicando que la comida está cerca, a menos de 100 metros. En la danza en sacudida, la abeja realiza movimientos de sacudida y vibraciones, indicando que la comida está más lejos, a más de 100 metros.

Además, von Frisch notó que la dirección en la que la abeja realiza la danza en relación con la posición del sol proporciona información sobre la ubicación exacta de la fuente de alimento en relación con la colmena.  

Aplicaciones en la medicina veterinaria

La etología es una ciencia fundamental para cualquier profesional de la medicina veterinaria. Así como comprendemos el funcionamiento de sistemas y órganos vitales, como el sistema cardiopulmonar, es crucial entender el origen y la causa de la presencia de las diferentes conductas tanto normales como problemáticas de los animales. Esto nos permite analizar diversos escenarios y aplicar soluciones que mejoren el bienestar del animal y del entorno donde este se encuentra.

El Dr. Xavier Manteca Xilanova, expone en su libro “Etología Veterinaria”, cinco razones del por qué la etología es importante como ciencia en la medicina veterinaria:

Diagnóstico de enfermedades: Según el Dr. Manteca, muchos cambios en el comportamiento animal son provocados por la presencia de enfermedades. Por ello, es crucial que el médico veterinario observe el comportamiento del animal y distinga entre conductas normales y aquellas que son resultado de una enfermedad. Esto es fundamental para realizar un diagnóstico preciso y aplicar el tratamiento adecuado.

Un claro ejemplo a este punto lo podemos ver en una enfermedad periodontal, donde el comportamiento que claramente cambia es el comportamiento trófico, el cual es la búsqueda activa de alimentos, selección de recursos alimenticios específicos y la ingesta de estos.  

Comportamiento y producción de animales de granja: El desconocimiento de las conductas normales de las especies animales de granja, se verá reflejado en su productividad. Un ejemplo claro se evidencia en las gallinas ponedoras. Si estas aves no pueden realizar comportamientos como picotear, revolcarse en el suelo “baños de tierra”, o encontrar un lugar adecuado para anidar, pueden experimentar frustración y estrés. Esto, a su vez, puede reducir la cantidad y la calidad de los huevos producidos.

Bienestar animal: El Dr. Manteca destaca que la etología desempeña un papel crucial en la mejora del bienestar animal en dos aspectos. En primer lugar, el déficit en el bienestar de un animal puede tener su origen en problemas comportamentales. Por ejemplo, la agresividad entre animales puede tener un impacto negativo tanto en la salud física como en la mental de los animales agredidos.

En segundo lugar, los parámetros para evaluar el bienestar de un animal incluyen aspectos relacionados con su comportamiento. Por lo tanto, un conocimiento adecuado de las conductas normales del animal puede servir como indicador de su bienestar. Si un animal no puede expresar comportamientos naturales debido a condiciones de manejo inadecuadas esto puede sugerir una falta de bienestar.

Conservación de la fauna: La etología desempeña un papel fundamental en la conservación de la fauna al ayudar a comprender los factores que afectan el riesgo de extinción y al diseñar estrategias de conservación, ya sea en el ambiente natural como en un ambiente de cría en cautiverio.

Conductas problemáticas de los animales de compañía: Diagnosticar y tratar la agresividad en los animales de compañía de manera precisa y oportuna es crucial para prevenir situaciones como el abandono, la eutanasia, la ruptura del vínculo humano-animal, mordeduras que pueden resultar fatales y el daño emocional en el animal, entre otros problemas.

Conclusión

La etología nos brinda una visión profunda del mundo emocional y cognitivo de los animales, lo que nos permite establecer una conexión más íntima y compasiva con ellos. Al comprender las motivaciones y necesidades de los animales, podemos mejorar su calidad de vida y fortalecer nuestra relación y responsabilidad con ellos.


“La comprensión del comportamiento animal es la puerta de entrada a un mundo de conexión, compasión y cuidado hacia todas las formas de vida”

– Oscar Buitrago –

Únete a otros 5 suscriptores

Bibliografía

Definiciona. (2024). Etología. Obtenido de Definiciona – Enciclopedia léxica: https://definiciona.com/etologia/

Manteca Vilanova, X. (2009). Objetivos y métodos de la etología. En X. Manteca Vilanova, Etología Veterinaria (págs. 1-5). Barcelona: Multimedia.

Martín, G. O. (2016). Etología y comportamiento animal – Principios de bienestar animal. Obtenido de Sitio Argentino de producción animal: https://www.produccion-animal.com.ar/etologia_y_bienestar/etologia_en_general/10-Etologia_y_comportamiento.pdf

1 comentario en “Introducción a la etología: Comprendiendo el comportamiento animal”

Y cuéntame ¿Que opinas de esta entrada?

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.